Alfonso V de Aragón es un de esos personaje históricos de indudable interés. Por un lado por lo que política y territorialmente supuso para la Corona de Aragón y, por otro, por ese halo que acabó circundándolo al final de sus días fruto de una cuidada estrategia palatina. No es casualidad que lo conozcamos con el sobrenombre de “El Magnánimo”.
Con esta medalla del trimestre, y la visión sobre el personaje materializada por Enrique Giner para la institución valenciana que adoptó el mismo nombre del rey, el Museo de Medallística de Nules no solo recorre una época y un imaginario, sino también la relectura que del mismo se realizó en España a mediados del pasado siglo.